La plastilina o pasta de modelar es uno de los juguetes indispensables en la infancia pues mientras los niños se entretienen metiendo las manos en la masa están, sin saberlo, desarrollando la creatividad y sus destrezas manuales. Por eso, para que no falte en ninguna casa vamos a enseñaros cómo se puede hacer plastilina casera.
Qué necesitamos
Ingredientes:
- 2 tazas de harina
- 2 tazas de agua
- 1 taza de sal
- 2 cucharadas de aceite de girasol (o cualquier otro aceite vegetal)
- 1 cucharada de ácido tartárico (se consigue en tiendas especializadas de repostería o en farmacias. Si bien no es imprescindible ayudará a aumentar el volumen de la masa.
- colorante alimentario líquido (de venta en tiendas en tiendas especializadas de repostería)
Preparación
Colocar todos los ingredientes en un cazo y calentar a fuego lento, removiendo la mezcla hasta lograr una pasta homogénea.
Quitarla del cazo y amasar sobre una tabla hasta que la masa sea consistente. Dividir la masa en trozos y aplicar unas gotas de colorante alimentario del color elegido para cada trozo. Volver a amasar cada trozo de manera independiente, hasta que el color se distribuya bien.
La plastilina ya está lista para que los niños juguen a hacer figuras. Podéis buscar en casa utensilios para cortar la plastilina como cuchillos de plástico sin filo, moldes improvisados como tapitas de botellas, juguetes, etc.. Los más pequeños jugarán a hacer churros y bolitas, lo cual estimula la motricidad fina, mientras que los más mayorictos intentarán crear figuras.
La masa se puede guardar durante varios días envuelta en film transparente en el frigorífico o bien en un tupper bien tapado para que no se reseque. También se puede moldear y meter en el horno y luego colorear. Además, aunque no es lo deseable tiene la ventaja de que si los niños se la comen no es tóxica.
Foto | Flickr – The Pink Princess
Vía | Ahorro Diario
En Bebés y más | Yummy Dough, la plastilina comestible, Ideas para modelar con plastilina
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