viernes, 30 de septiembre de 2011

Vuelta al cole: se abre la temporada de mocos y catarros

catarro

Muchos de vosotros ya lo habréis notado. Vuestros peques empezaron la guardería o el colegio y a los pocos días ha hecho presencia el primer catarro del curso escolar. Como cada año por esta época, con la vuelta al cole se abre la temporada de mocos y catarros.

Al convivir varios niños en un mismo espacio durante muchas horas los virus “hacen su agosto” (o mejor dicho su septiembre). Desde que nace hasta los 4-6 años un niño puede tener unas 100 infecciones, la mayoría de ellas por virus, así que imaginaros la facilidad que tienen los pequeños para contagiarse.

Hay nada menos que unos 200 virus diferentes que pueden provocar catarros en los niños menores de 6 años, o sea que las probabilidades de que uno de ellos ataque a nuestros hijos, al estar en contacto con otros niños, son muy elevadas.

Contagio

El catarro común o rinofaringitis es una infección vírica de las vías respiratorias superiores que se contagia a través de las secreciones respiratorias producidas por la tos y los estornudos, siendo una enfermedad muy contagiosa.

Síntomas

Los síntomas más típicos son los estornudos, la tos, la voz afónica, la congestión nasal y abundante mucosidad. En algunos niños las infecciones se dan con mucha frecuencia, provocando que el niño esté con mocos durante todo el otoño y el invierno.

La tos puede prolongarse una vez pasado el catarro, durante una o dos semanas, lo que da la sensación de que el niño no acaba de curarse. Por su parte, en algunos casos más moderados, el catarro puede ir acompañado de un poco de fiebre.

Prevención

Es muy difícil, casi imposible, prevenir el contagio de los catarros en los niños que van a la guardería o al colegio. Pensar que “al menos se inmunizan” es el único consuelo.

Evitar, en la medida de lo posible, que los más pequeños compartan chupetes u objetos que se llevan a la boca. No compartir bebidas ni alimentos, lavarse las manos con frecuencia y enseñarles a no toser ni estornudar en la cara de otros niños.

Es más que probable que un niño acatarrado contagie a otros niños, por tanto lo mejor es que se quede en casa y descanse. Por su parte, es lógico que un niño que no se encuentra bien se sienta decaído y cansado sin ánimos para cumplir con las actividades cotidianas.

Tratamiento

Un catarro común suele durar más de cuatro o cino días. Es fundamental mantener al niño bien hidratado (agua, caldos, zumos naturales) y limpiar las fosas nasales a menudo con agua salina para que circulen los mocos. El uso de humidificadores ambientales también ayuda, así como los baños de vapor que contribuyen a hacer las secreciones más fluidas.

El catarro es sí no es grave, pero el cuidado de un niño con catarro es importante para evitar complicaciones como bronquitis, otitis, etc., sobretodo en niños pequeños de menos de un año.

En caso de fiebre, se suelen usar antitérmicos como el paracetamol, pero en ningún caso el catarro común se cura con antibióticos. Los descongestivos o mucolíticos sólo pueden ser indicados por el pediatra.

Por todo esto, aunque con la vuelta al cole se haya abierto la temporada de mocos y catarro, lo fundamental es no perder la paciencia y estar preparados para hacerles frente.

En Bebés y más | Vuelta al cole, vuelta a los catarros y los “mocos”, Los catarros en los niños

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cómo saber si la mochila de tu hijo pesa demasiado

No debe superar el 10% del peso corporal del pequeñopeso_mocila_0.jpg1
Escolares con lesiones de espalda.

En los últimos años se ha producido un incremento de los jóvenes en edad de ir al colegio que se quejan de dolores de espalda. Aunque los expertos valoran que no es el único factor responsable (también lo son el inadecuado mobiliario escolar y el mayor sedentarismo), el elevado peso que los niños soportan en sus mochilas puede desencadenar estas dolencia

Aunque al principio puedan ser simples molestias en la zona dorsal o lumbar, con el tiempo pueden derivar en problemas más serios como la lumbalgia, la cifosis o la escoliosis.

La mochila no debe superar el 10% del peso de tu hijo.

La regla para saber si la mochila de tu hijo es demasiado pesada es bien sencilla. Sube a tu pequeño a la báscula y observa cuánto pesa. Multiplica su peso corporal por diez y divídelo entre 100. Este el 10% de su peso, y el de la mochila no debe sobrepasarlo. Por ejemplo, si el chaval pesa 30 kilos, no debería llevar una mochila que pesara más de tres.

Además de problemas musculares, llevar un peso mayor puede provocar que los niños pierdan el equilibrio, se caigan y se hagan daño.

La mochila perfecta: ergonómica y acolchada.

El volumen es otro de los factores a tener en cuenta. Fíjate en que ésta no sea más grande que la espalda de tu hijo. Debería quedar como mínimo unos cinco centímetros por encima de su cintura.

Puesto que los niños crecen y las mochilas no, no es conveniente que uses la misma durante varios años consecutivos.

La mochila debe ser anatómica y adaptarse perfectamente a su espalda. Es conveniente que tenga almohadillas para resultar más cómoda y contar con unos tirantes acolchados de al menos cuatro centímetros de grosor. De esta forma el peso queda bien repartido por los hombros. También es aconsejable que la mochila tenga tiras que se puedan abrochar a la cintura. Garantizarán una mayor sujeción.

La importancia de colocarse bien la mochila.

De nada sirve que tu hijo tenga una buena mochila si no sabe cómo ponérsela en la espalda. Ajusta bien los tirantes para que quede bien pegada a la zona dorsal y vigila que no esté demasiado baja, nunca por debajo de la cintura.

Explícale la necesidad de llevar la mochila bien puesta, nada de cargarla sobre un hombro o por delante. También debes ensañarle cómo cogerla cuando tenga que ponérsela. Tendrá que hacerlo con las dos manos y flexionando las rodillas para no cargar la espalda. Ayuda que la coloque sobre una superficie que esté a su altura, por ejemplo una mesa, y cargarla posteriormente a los hombros.

Mete sólo lo necesario.

No cometas el error de meter enseres innecesarios en la mochila de tus hijos. Cárgalas sólo con lo estrictamente necesario.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Consejos para llevar la mochila del colegio

mochilas

Afortunadamente, los más pequeños no necesitan transportar demasiado material a la escuela, pero conforme crecen las mochilas empiezan a engrosar… Por ello vamos a ver unos consejos para llevar la mochila del colegio.

De entre los sistemas de transporte de material escolar, la mochila parece mejor que los carritos, carteras o bolsas. Tiene la ventaja de que hay una parte amplia y “central” en la que se apoya el peso, y no hay que tirar de ella ni hacer maniobras para subir escaleras.

En la mochila encontramos ciertas ventajas que no presentan los otros medios, pero ha de ser bien escogida y utilizada. Estos son algunos consejos para llevar bien la mochila escolar:

  • Es conveniente que la mochila tenga asas acolchadas, para no dañar los hombros.
  • También ha de ser adecuada al tamaño del niño (no más grande que su espalda y que apoye en la zona lumbar).
  • Debe colgarse la mochila en ambos hombros, a la altura lumbar. De otro modo, encontraríamos los inconvenientes de las carteras que se cuelgan en un solo hombro, concentrando todo el peso en un punto.
  • Hay que llevar sólo lo necesario para cada día. Los padres pueden revisar el horario escolar para que lleven lo justo, o si se trata de una actividad extraescolar o una excursión han de informarse de qué es necesario que lleven (si es que no lo comunica el colegio).
  • Se debe vigilar que el peso transportado no sea superior al 10-15% del peso corporal (en un niño con un peso de 20 Kg. el peso máximo de la carga debería ser de 2-3 Kg.).
  • Hay que colocar el material más pesado cerca de la espalda, distribuido uniformemente.

Siguiendo todos estos consejos para llevar la mochila del colegio cuidarán su salud, evitando problemas posturales, dolores de espalda… y en definitiva con ganas de seguir aprendiendo y disfrutando en el colegio yendo con la carga justa.

Vía |de Bebesymas Hospital de nens

Foto | edenpictures en Flickr
En Bebés y más | La espalda y el peso de la mochila, Consejos para ahorrar en la vuelta al cole, ¿Cuánto debe pesar la mochila del cole?, Las mochilas escolares y la posición en los pupitres, importantes para la salud

Prevenir el contagio de piojos en los niñ@s

piojos

Como cada año, comienza el curso escolar y vuelve a hacer presencia la tan temida pediculosis, o infestación por piojos, un asunto que trae de cabeza a padres y educadores. Como padres, y antes de que hagan acto de presencia los indeseados huéspedes en la cabecita de nuestros hijos, debemos tener en cuenta algunos consejos sobre cómo prevenir el contagio de piojos en los niños.

Su contagio no tiene nada que ver con la higiene personal del niño, ni la del colegio, ni la de su casa, éste es sólo uno de los mitos que le rodean. El piojo es un pequeño insecto, sin alas, que sólo se alimenta del hombre, no salta, ni vuela, y que sólo se contagia poniendo en contacto cabeza con cabeza, o también al compartir peines, cepillos, gorros, accesorios para el pelo o almohadas con la persona infestada.

Hay una larga lista de lociones, champús y todo tipo de tratamientos, caseros o no para eliminar a los piojos. Pero nos centraremos ahora en una fase previa, qué debemos hacer para evitar el contagio de piojos.

  • Evitar, dentro de lo posible, el contacto directo entre las cabezas de los niños.
  • Perfumarles el pelo (puede servir de repelente), preferentemente con colonias o esencias de herbolario como lavanda, árbol de té o geranio. Los repelentes farmacológicos no son recomendables para un uso prolongado.
  • No compartir toallas, ni cepillos, ni peines, ni gorros, ni accesorios para el pelo.
  • Cepillarles el pelo varias veces al día para debilitar a los piojos, si es que los hay, y evitar que pongan huevos.
  • Recogerles el pelo a las niñas
  • Revisar las cabezas con frecuencia, especialmente dentras de las orejas y de la nuca: es más fácil eliminar un par de liendres, incluso manualmente, que erradicar toda una colonia, con piojos ya adultos.
  • Pasar la lendrera con frecuencia: después del lavado y haber aplicado suavizante, con el pelo mojado, peinar al niño con un peine especial para eliminar liendres y piojos.

Foto | allspice1 en Flickr
Más información | Madres contra piojos
En Bebés y más | Remedios caseros contra los piojos, Piojos: mitos y verdades sobre la pediculosis

domingo, 11 de septiembre de 2011

Cómo educar a los hijos según Pilar Sordo (I)


Lo más habitual cuando os ofrecemos un vídeo es ponerlo al principio de la entrada, presentarlo y luego hablar de él, desgranándolo y analizándolo para ofrecer nuestra visión de lo que en él se puede ver. Hoy, sin embargo, obviaré el análisis del mismo para que comentéis libremente lo que pensáis de él. Dentro de unos días publicaré una entrada con las sensaciones que tuve al verlo.

El vídeo del que os hablo es de Pilar Sordo, a quien conocí (no personalmente, sino que la vi vía Youtube) hace pocos días. Pilar Sordo es una afamada psicóloga chilena, autora de varios libros, muy implicada en labores educativas dando charlas en diversos colegios y asesorando pedagógicamente a los profesionales que en ellos trabajan.

En Youtube hay varios vídeos suyos dando charlas o conferencias, siendo el primero que vi uno en el que hablaba acerca de los hijos y la adolescencia, explicando a los padres de un colegio los muchos errores que se cometen hoy en día y las soluciones para no seguir cometiéndolos.

Este vídeo que comento tiene una duración de unos 40 minutos y en él pude escuchar cosas muy lógicas y válidas y cosas bastante aterradoras e irrespetuosas para con los niños, según mi manera de ver la crianza.

La impresión que me dejó esta profesional, algo así como un “aún no soy capaz de criticarla, pero aún no soy capaz de apoyarla”, quedó más cerca de la crítica al día siguiente, cuando pude ver el vídeo que hoy os traigo, que dura unos ocho minutos, en el que pude ver condensado y resumido todo lo que menos me gustó del primer vídeo, quedando olvidado casi todo lo que sí me gustó (no todo, pero sí casi todo).

A modo de ejercicio de reflexión, y viendo que el vídeo tiene varios votos positivos en Youtube y algún comentario de apoyo, e incluso viendo cómo reaccionan las mujeres que acompañan a Pilar Sordo en el vídeo, me gustaría debatir acerca de sus palabras. Os insto a que veáis el vídeo y expliquéis qué os parece. Por mi parte, como he dicho, os explicaré qué es lo que pienso yo sobre los diversos “pasajes” que contiene el vídeo dentro de unos días.


Vídeo | Youtube
En Bebés y más | Los famosos límites, “Respetar a los niños no significa consentirles todo”. Entrevista al psicólogo Ramón Soler, Cinco pasos básicos para criar en positivo y sin castigos

jueves, 8 de septiembre de 2011

Consejos para una mejor adaptación de los niños a la escuela infantil


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Miles de niños han empezado estos días el colegio o han vuelto después de las vacaciones. Tanto para unos como para otros, la adaptación suele ser un trance difícil (también para muchos padres) pues significa, especialmente para los que van por primera vez, un gran cambio en su vida. Hay algunos consejos que como padres podemos seguir para lograr una mejor adaptación de los niños a la escuela infantil.
Lo primero es ponernos en su piel y comprenderlos. Pensad en un niño que se separa de sus padres por primera vez y lo dejan en un sitio que aún no le resulta familiar, al cuidado de una persona que no conoce, junto con un puñado de niños también desconocidos, y muchos de ellos llorando desesperadamente. A cualquiera, incluso a muchos adultos, le daría un angustia tremenda, ¿verdad?.
Los cambios son difíciles de gestionar, sobretodo para los niños de corta edad. Por tanto, es importante que les apoyemos, acompañemos y ayudemos a adaptarse a la guardería de la mejor manera posible.

Acompañarle

El niño no tiene que quedarse con la sensación de que le “abandonamos” en un sitio nuevo y con gente nueva, sino que le acompañamos a conocerlos. Los períodos de adaptación de las escuelas infantiles suelen ser ridículos, en algunos casos inexistentes por la poca disponibilidad de los padres (los niños van jornada completa desde el primer día).
Si el niño reconoce el sitio nuevo y conoce a las personas nuevas junto a sus padres, apoyado y acompañado durante los primeros días, le resultará más fácil entrar en confianza con ese círculo que si lo dejamos “a la buena de Dios” y que se apañe solito.
Tarde o temprano acabará conociéndolos, tanto el niño que ha sido acompañado primero por sus padres como el que no, pero seguramente para el primero habrá sido menos traumático. De eso se trata.
La seguridad que le brinda la compañía de los padres le ayudará a una mejor adaptación. La cercanía y el cariño de los padres siempre ayuda a una mejor comprensión del mundo que les rodea. A medida que van creciendo van explorando el mundo, poco a poco, de una forma más autónoma.
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Despedirse del niño, no desaparecer

Algunos padres creen que es mejor dejar al niño en clase y desaparecer mientras algo o alguien le distrae para evitar el llanto de la despedida. Al contrario de lo que se pueda pensar, esta conducta es totalmente contraproducente y genera mucha angustia en el niño.
Imaginad que un familiar o un amigo os lleva en coche a un sitio que no conocéis, os abre la puerta del coche, os baja, pone primera y se esfuma. No sabéis donde estáis y encima aparece gente a la que no conocéis de nada. No sabéis si vuestro amigo o familiar volverá o no a por vosotros ni cuando, ni siquiera si lo volveréis a ver.
Os quiero decir que lo mejor es despedirse del niño como Dios manda y explicarle lo que va a suceder para no causarle una angustia añadida al hecho propio de la separación.
“Adiós, mi amor, te vas a quedar un ratito en el cole con tu profe y tus amigos. Saldrán al patio a jugar, cantarán canciones y luego mamá y/o papá vendrán más tarde a recogerte”. Un beso grande y adiós. Y os váis. Si os quedáis alargando la despedida demasiado tiempo, sólo conseguiréis alargar su sufrimiento (tampoco vale espiar por la ventana de la clase, al menos aseguraros de que no os ve).
No quiere decir que con esto el niño no llorará. Aunque os despidáis de él puede que llore, es inevitable (además de normal y sano) que sienta angustia al separarse de sus padres, pero al menos no es la desesperación al ver que te han dejado en un sitio hostil y tus padres desaparecen como por arte de magia.
Con el pasar de los días, cada día haciendo la misma rutina, el niño entrará a clase más o menos contento, pero tendrá la seguridad de que mamá y/o papá volverán luego a recogerle para ir a casa.

Actitud positiva

Tanto los primeros día de cole como los días previos, hay que hablarles de la escuela infantil, de los profesores y de los nuevos compañeritos con actitud positiva. Frases optimistas como “te lo pasarás en grande”, “conocerás muchos amigos”, “vas a jugar, cantar, pintar y divertirte un montón” suelen ayudar mucho.
Conviene también que conozca el colegio, su clase y su profesora antes de empezar oficialmente el primer día. Con todo este preámbulo positivo, el niño irá reconociendo caras, lugares, juguetes, rincones de la clase y al volver a ir se sentirá más confiado y seguro.
Hablar del cole como un sitio al que “tienen” que ir porque no hay más remedio, solitos, un montón de horas, separados de papá y mamá, obviamente, no es de mucha ayuda.

Paciencia y comprensión

Cada niño tiene su propio ritmo, esto lo decimos siempre, tanto para empezar a ir al baño solito como para adaptarse a las nuevas situaciones. Puede que un niño haya llorado como un descosido el primer día y al día siguiente entre feliz, mientras que otro estará un par de semanas llorando pegado a las piernas de su mamá o su papá. Ninguno es mejor, ni peor, simplemente cada uno lo lleva a su manera.
Lo fundamental es tenerles mucha paciencia y comprender el momento por el que están atravesando. También es difícil para nosotros separarnos de ellos. Hablad con vuestro hijo y permitidle que exprese sus emociones, que os cuente qué ha hecho, cómo lo ha pasado en el cole, etc.
Los cuentos que tengan que ver con el tema del colegio y la vuelta al cole pueden ser de gran ayuda para que se sientan identificados con los personajes de la historia así como recurrir al juego simbólico o al hilo argumental para ayudarlos a ponerse en situación.
Con todo esto intento deciros que a la corta o a la larga casi todos los niños acaban adaptándose a la guardería (este es el argumento que dan en muchas escuelas con planes de adaptación ridículos), pero la clave está en hacérselo lo más llevadero posible, conseguir una mejor adaptación de los niños a la escuela infantil.
En definitiva, se trata de implicarnos en sus emociones y que sientan la compañía y el apoyo incondicional de sus padres en los grandes pasos que dan y darán a lo largo de su vida.
Fotos | Leonid Mamchenkov y renfield en Flickr
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