domingo, 28 de noviembre de 2010

Controlando las necesidades consumistas de los niños

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Los mejores clientes de los supermercados son los padres que acuden con sus hijos, porque acaban llevándose a casa unas cuantas cosas que no tenían previstas y porque acaban comprando marcas con las que no contaban porque junto con los productos vienen de regalo artículos que llaman la atención de los niños.

Bien, pues para evitar esto hay algunas soluciones que pueden llevarse a cabo. Una de ellas sería, directamente, ir a comprar sin los niños, mientras están en el colegio o quedándose con otra persona para evitar que los ojos salten de sus órbitas pidiendo y pidiendo. Otra sería dialogar y negociar con los niños mientras estamos allí. Podemos acceder a comprar algo de lo que nos piden a cambio de no comprar otras cosas que también querrían tener o simplemente comprar sólo lo que necesitamos porque “lo siento, pero no podemos gastar en cosas que no necesitamos”, según cada padre o madre decida en cada momento.

Finalmente parece haber otra opción, que personalmente no contemplaba ni se me había ocurrido, que es dejar al niño en la entrada, metido en la taquilla hasta que los padres acaben de hacer la compra. Es práctica y funciona seguro (objetivo conseguido), ahora bien, dan ganas de coger a los padres a la salida y encerrarles a ellos también. Como se dice habitualmente, “para mear y no echar gota”.

Vía | No puedo creer que lo hayan inventado
En Bebés y más | Marketing infantil (vídeo), Seguro que no ganaría el concurso a la mejor madre

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