Duración 1:55 minutos
Si no sabes cómo descargar el fichero lee este artículo “Compresión oral”
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Osho, en un magnífico libro titulado El libro del niño (que estoy leyendo estos días), explica una situación parecida:
“La madre estaba preparando a Pedrito para ir a una fiesta. Cuando acabó de peinarle y colocarle el cuello de la camisa le dijo: – ¡Ahora vete, hijo! Diviértete… ¡y pórtate bien!
– ¡Por favor, mamá! – dijo Pedro -. ¡Antes de que me vaya decídete por una de las dos!”Estas dos situaciones me hacen preguntarme hasta qué punto dejamos a los niños ser niños.
“Dejar que los niños sean niños”. Esta frase puede parecer una redundancia, sin embargo es fácil explicarla si nos centramos en la definición informal de niño.
La R.A.E. dice que un niño es aquel “que está en la niñez”, “que tiene pocos años” y “que tiene poca experiencia”.
Esta es una definición formal que podría hacer cualquier persona con sólo observar e intercambiar unas cuantas palabras con un niño, sin embargo, la definición informal podría ser muy diferente:
Por todo lo que he comentado, siento pena cuando veo situaciones como la de la ilustración y cuando veo niños callados, sumisos, educados en la obediencia (casi ciega) y con poco poder y pocas ganas de actuar por sí mismos.
Así van pasando los años y se van perdiendo infancias, haciendo lo que los demás les dicen que deben hacer para ser limpios, educados y buenos y para actuar como mini-personas adultas.
Los niños tienen que ser niños y actuar como tal. Si no les dejamos disfrutar de la inocencia, de la libertad, de los juegos, de la tierra, del entorno y de la vida que les rodea cuando son pequeños, ¿cuándo demonios se comportarán como niños?
Cada día estoy más convencido de que las personas que de pequeñas no disfrutaron de su infancia llegan a la edad adulta con una extraña sensación de vacío. Algo así como un “me falta algo” que a menudo se solventa viviendo la niñez cuando no toca (y evidenciando una especial falta de responsabilidad y un querer quemar cartuchos un tanto preocupante).
Muchos lectores se estarán llevando las manos a la cabeza pensando que esta entrada reitera el mensaje que dice que los niños tienen que poder hacer todo lo que quieran.
En parte es cierto, pero con matices, claro. Un niño tiene que poder escoger su camino en la vida, que para eso es suya, y nosotros los padres debemos estar a su lado para aconsejar y para reconducir aquellas actuaciones y situaciones que puedan ser peligrosas o nocivas para ellos o para el resto.
Los niños tienen que jugar, tienen que mancharse, tienen que conocer su entorno desde su propio Yo y no desde el nuestro y tienen que errar para aprender.
Nuestro papel, como dijera en su momento Khalil Gibran en el libro “El Profeta”, es hacer de acompañantes en el viaje:
Podréis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos, porque tienen sus propios pensamientos.
Podréis albergar sus cuerpos, pero no sus almas, porque sus almas moran en la casa del mañana, que no podéis visitar, ni siquiera en sueños.
Podréis, con mucho, pareceros a ellos, mas no tratéis de hacerlos semejantes a vosotros, porque la vida no retrocede, ni se estanca en el ayer.
De la ilustración de Mamá de Lola se puede extraer otra conclusión: nos encanta que nuestros hijos vayan bien guapos, con ropa bonita, y algunas madres traspasan ese deseo, que es propio, a sus hijos.
Cuántas veces hemos oído a nuestra madre: “Ten cuidado, no te manches, que este pantalón me ha costado muy caro” y frases similares que provocan en los niños sentimiento de culpabilidad si se ensucian o si se caen, cuando en realidad tendrían que responder “pues mamá, haberme comprado unos pantalones de chándal en las rebajas, que a mí me da igual”.
Imagen | Los Dibujos de Mamá de Lola
Fotos | Flickr (alex ford), Flickr (I am Kat)
De momento, la enfermedad de la gripe A está controlada y resulta superada sin complicaciones en la mayoría de los pacientes. Sin embargo, está bien recordar las medidas preventivas que podemos seguir para no tener la enfermedad. Hoy traemos un decálogo con las recomendaciones para prevenir el contagio de gripe A.
La mayor preocupación por ahora es que si el contagio se extiende, o si hacemos un mal uso de los servicios de urgencias, los servicios sanitarios se vean desbordados y existan muchas bajas médicas en los trabajos. Ya sabemos que hay que transmitir serenidad a los más pequeños, y aquí vimos un simpático vídeo protagonizado por los personajes de Barrio Sésamo que recomendaba a niños y padres cómo prevenir el contagio de la enfermedad.
1. Evitar el contacto con personas que estén diagnosticadas de gripe A/H1N1.
2. Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante, al menos, un minuto para que el lavado sea eficaz. Prestar especial atención a los pliegues y el espacio entre los dedos.
3. Taparse boca y nariz con un pañuelo desechable al estornudar o toser y tirarlo a la basura. Esta recomendación es importante, ya que el virus de la gripe se transmite por medio de las gotitas de saliva y las secreciones nasales al toser o estornudar.
4. Limpiar con mayor frecuencia las superficies de los muebles, pomos de puertas… ya que las microgotas de saliva y secreciones nasales que se expulsan al estornudar, toser o hablar, pueden quedar en las manos y en stas superficies.
5. También hay que mantener las estancias bien ventiladas para evitar acumulación de partículas en suspensión.
6. Si se está enfermo, hay que evitar el contacto con otras personas para no contagiarlas. Una persona con gripe A puede transmitir el virus un día antes de la aparición de los síntomas y hasta siete días después.
7. Evitar saludar dando besos o abrazos así como compartir vasos, cubiertos y otros objetos que hayan podido estar en contacto con la saliva o secreciones nasales.
8. Llevar una vida sana evitando el consumo de alcohol y tabaco contribuye a mejorar las defensas, así como llevar una alimentación saludable en la que abunden las frutas y verduras ricas en vitaminas.
9. En la medida de lo posible debemos evitar la saturación de los servicios de urgencias. En el caso de que creamos padecer estos síntomas debemos acudir al médico de cabecera, ya que en principio no estamos ante un caso más complicado que le de la gripe estacional. Además el Ministerio de Sanidad ha habilitado un teléfono de atención al ciudadano: 901 400 100.
10. Las mujeres embarazadas no transmiten el virus a sus hijos por lo que si hay planes de embarazo pueden llevarse adelante, aunque debemos tener en cuenta que las embarazadas son un grupo de riesgo: se deberá extremar las medidas de prevención.
Siguiendo este decálogo para prevenir el contagio de la gripe A estaremos más a salvo de contraer la enfermedad y de que ésta se extienda.
Más información | Ministerio de Sanidad