viernes, 26 de febrero de 2010
"Mi hijo es hiperactivo": ¿Cuándo buscamos solución médica?
Muchas veces me pregunto cómo es posible el aumento de las cifras de diagnósticos de niños con problemasde hiperactividad y otros trastornos de conducta.
Muchos y complejos factores contribuyen a este incremento, pero sin duda uno es responsabilidad de los padres que dicen “Mi hijo es hiperactivo” y buscan una solución médica a la conducta de sus hijos, cuando verdaderamente no estamos ante un problema que necesite tratamiento médico.
Realmente no es rara la semana que escuche de niños (incluso, ¡de bebés!, en alguna ocasión), “Es que es hiperactivo” o “Creo que tiene hiperactividad”, afirmaciones frecuentemente acompañadas por “No puedo con él”, “No para ni un momento”, “Me está volviendo loco”...
No significa que todos esos padres vayan a llevar a sus hijos al médico, ni que todos los que vayan sean diagnosticados como tal, pero algunos sí lo harán más adelante.
La hiperactividad y trastorno de déficit de atención (TDAH) es el trastorno neurológico infantil más común. Las variables para estimar las tasas de prevalencia tienen que ver con los criterios de diagnóstico, pero también con la población que acude al médico para ser evaluada.
Según la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad, una gran variedad de trastornos pueden confundirse con el TDAH, hasta en cerca de dos terceras partes de los niños remitidos a consulta porque se piensa que son hiperactivos.
La hiperactividad se confunde con otros trastornos
Pero, ¿con qué confundimos los padres esa supuesta hiperactividad, mucha de la cual acabará con tratamientos innecesarios?
Entre esa variedad de trastornos destaca que entre un 20% y un 30% de los niños tengan trastornos afectivos y de ansiedad. Los trastornos afectivos se gestan en el lugar de donde ha de llegarnos el afecto, principalmente nuestra casa, nuestra familia, nuestros padres.
Resulta preocupante, no ya que los comportamientos habituales de niños pequeños quieran confundirse con síntomas de una enfermedad, sino que tan a menudo haya otros problemas “de fondo” que se gestan en el seno familiar y que derivan de una falta de afectividad o de dedicación.
Esas carencias, como el pez que se muerde la cola, hacen que se intensifiquen los comportamientos que se confundencon TDAH, haciendo creer que no tenemos ninguna responsabilidad en ello como padres, que es culpa de los niños, que hay un problema médico que necesita ser tratado.
Por lo tanto, antes de decir tan a la ligera que “Mi hijo es hiperactivo” deberíamos plantearnos estas dos cuestiones: ¿No se trata de un comportamiento “normal”? ¿No tengo, como padre, alguna responsabilidad en este comportamiento?
¿Mi hijo no se comporta “normalmente”?
Si la hiperactividad se caracterizara por la aparición de puntos verdes en la cara seguramente no estaríamos reflexionando sobre este tema.
Pero los síntomas del TDAH no son muy diferentes de cualquier niño “normal”, y quienes tenemos hijos de más de dos años nos damos cuenta enseguida: son niños de fáciles rabietas, buscan constantemente la atención, no parecen tener noción de peligro, cuentan con una curiosidad insaciable y excesiva actividad motora, se muestran impulsivos, desobedientes o desafiantes.
Por ello a la hora de distinguir entre un niño con el trastorno y otro sin él, es importante tener en cuenta la cantidad e intensidad de los síntomas y su permanencia en el tiempo y en diferentes situaciones.
Querer englobar a todos los niños en la misma supesta “normalidad” no es posible, y si el hijo de mi vecino es un ejemplo de tranquilidad y es capaz de aguantar toda la comida sin levantarse de la mesa, no puedo pretender que mi hijo también lo sea porque “es lo que toca”. Cada niño es un mundo, tanto en su comportamiento como en su evolución.
En saber apreciar y entender su diversidad, en acompañarlos en su crecimiento ayudándoles a desarrollarse como personas sin intentar cambiarles sino intentado que evolucionen y maduren sanamente, ahí radica la labor que deberíamos adjudicarnos como padres.
El hecho de clasificar a nuestro hijo con un término médico para intentar “organizarnos” o introducirlo en un orden “normal” no creo que sea beneficioso, pues el pequeño se acostumbra a oirlo y se encasilla él mismo, reproduciendo las palabras de sus padres.
Si ya es raro escuchar a los padres afirmando que sus hijos son hiperactivos cuando los ves jugando junto a tu hija y no aprecias nada fuera de lo común, más raro y triste me resuta que un niño de tres años te diga “Es que soy hiperactivo”. Pero todavía es peor que un niño se diagnostique y se medique innecesariamente.
También hay niños hiperactivos reales. Por supuesto, los verdaderos casos de hiperactividad necesitan un diagnóstico certero y tratamiento, aunque no siempre los criterios de diagnóstico estén consensuados, y se siga investigando sin descanso en la mejora del tratamiento y en adecuar la medicación a cada caso particular y buscar soluciones alternativas para emplear los fármacos sólo en los casos graves.
Pero aquí hablamos de niños que tal vez hace unos años o con la implicación paterna nunca se hubieran llamado “hiperactivos” ni medicados como tal.
¿Tenemos los padres algo que ver en la supuesta hiperactividad?
Si no les dedicamos el tiempo que nuestros hijos requieren, si contribuimos al desapego familiar, si no les prestamos atención, probablemente estaremos facilitando que el comportamiento de nuestros hijos sea “anormal”.
Pero no son hiperactivos, sino que se sienten solos, sin vigilancia, y están reclamando nuestra atención. Se trata de la acentuación de un comportamiento habitual en la mayoría de los niños (el ser “movidos”, el tener rabietas…), pero no de una verdadera hiperactividad.
Las causas de la hiperactividad “verdadera” son complejas y desconocidas en gran medida, aunque se sabe que en ellas intervienen factores biológicos y psicosociales que propician irregularidades en la producción y función de los neurotransmisores. Se requiere un estudio pormenorizado e individual de cada caso para hacer el diagnóstico correcto y tratarlo debidamente.
La falta de tiempo, de paciencia y la relegación de responsabilidades educativas debida a otras obligaciones hace que muchas veces el comportamiento de un niño que hace décadas era simplemente revoltoso, movido, inquieto, hoy quiera ser diagnosticado y tratado para evitarse “el problema”. Delegar nuestras responsabilidades como padres en otros.
No se trata de un fenómeno aislado, porque a la tendencia de “echar las culpas al otro” se suma una medicalización generalizada de nuestra vida, de la sociedad, que muchas veces ve enfermedad donde no la hay.
En definitiva, se trata de una búsqueda de solución médica a nuestra incapacidad como padres, a nuestro agotamiento y falta de recursos. Pero antes de mandar a nuestro hijo a la consulta deberíamos reflexionar sobre todo esto y preguntarnos “¿Realmente mi hijo es hiperactivo?”.
Más información | Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad
En Bebés y más |Cómo saber si tu hijo es hiperactivo, Necesario realizar a tiempo una detección precoz de la hiperactividad y el déficit de atención, La mitad de los niños hiperactivos seguirán siéndolo de adultos
Cómo son los criterios de admisión para los colegios de Andalucía en el curso 2010/2011 Conoce cuántos puntos requiere cada criterio.
Consulta las resoluciones completas si necesitas más información.
Paso a paso
Hermanos matriculados en el centro.
Existencia de algún hermano ya matriculado en el centro: 13 puntos
Documentación necesaria: Se acreditará mediante el libro de familia, certificado o sentencia por la que se adjudique la tutela.
Padres o tutores legales que trabajen en el centro.
Padre, madre o tutor que preste sus servicios como trabajador en el centro educativo solicitado: 3 puntos
Documentación necesaria: certificado expedido al efecto por la persona titular del centro.
Proximidad del domicilio laboral o familiar.
a) Domicilio situado en el área de influencia del centro educativo: 10 puntos
b) Domicilio situado en las áreas limítrofes al área de influencia del centro educativo: 6 puntos
Documentación necesaria:
- Consulta de los datos de empadronamiento a través de los Sistemas de Verificación de Datos de Residencia. Si la persona no consiente dicha consulta, deberá aportar certificación expedida por el Ayuntamiento respectivo.
- Los trabajadores por cuenta ajena presentarán un certificado expedido al efecto por el titular de la empresa o por el responsable de personal de la misma.
- Los trabajadores por cuenta propia presentarán una certificación acreditativa del alta en el Impuesto de Actividades Económicas y una declaración responsable del interesado sobre la vigencia de la misma.
Renta anual de la unidad familiar.
a) Rentas per cápita inferiores al resultado de dividir por 4 el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples): 2 puntos
b) Rentas per cápita iguales o superiores al resultado de dividir por 4 el IPREM e inferiores al de dividirlo por 3: 1'5 puntos
c) Rentas per cápita iguales o superiores al resultado de dividir por 3 el IPREM e inferiores al de dividirlo por 2: 1 punto
d) Rentas per cápita iguales o superiores al resultado de dividir por 2 el IPREM e inferiores al de dividirlo por 1'5: 0'5 puntos
Documentación necesaria: La información de carácter tributario que se precise para la acreditación de la renta anual de la unidad familiar será suministrada directamente por la Agencia Estatal de Administración Tributaria a la Consejería de Educación. En el caso de que la Agencia Estatal de Administración Tributaria no disponga de esta información, el solicitante deberá aportar certificación de haberes, declaración jurada o cualquier otro documento de cada uno de los sujetos que integran la unidad familiar, correspondiente al ejercicio fiscal anterior en dos años.
Discapacidad.
a) Discapacidad en el alumno: 2 puntos
b) Discapacidad en el padre o la madre: 1 punto
c) Discapacidad en un hermano: 0'5 puntos
Documentación necesaria: certificación del dictamen emitido por el Órgano competente de la Administración de la Junta de Andalucía o, en sus casos, de otras Administraciones públicas.
Familia numerosa o monoparental.
Por familia numerosa o monoparental: 2 puntos
Documentación necesaria: copia autentificada del título oficial de familia numerosa que deberá estar en vigor. En el caso de familia monoparental, habrá que presentar una copia del libro de familia completo.
Criterios de desempate.
En el caso de empate, se dilucidará mediante la selección de aquellos alumnos que obtengan mayor puntuación en los siguientes criterios y siguiendo este orden:
a) Mayor puntuación obtenida en el apartado correspondiente al desarrollo de la actividad laboral por el padre, la madre o el tutor.
b) Mayor puntuación obtenida en el apartado de hermanos matriculados en el centro docente.
c) Circunstancia de que el padre, madre o tutor trabaje en el centro educativo.
d) Mayor puntuación obtenida en el apartado de proximidad del domicilio o del lugar de trabajo.
e) Existencia de discapacidad en el alumno.
f) Existencia de discapacidad en el padre, madre o tutor.
g) Existencia de discapacidad en algún hermano.
h) Mayor puntuación obtenida en el apartado de renta anual.
i) Pertenencia a familia numerosa, a familia monoparental o a ambas.
Calendario.
- Presentación de la solicitud de admisión para acceder por primera vez a un centro: del 1 al 31 de marzo de 2010.
- Publicación del baremo provisional: 12 de abril de 2010.
- Período de reclamaciones al baremo provisional: del 12 al 22 de abril de 2010.
- Publicación de los listados definitivos de adjudicación: 7 de mayo de 2010.
martes, 23 de febrero de 2010
Prevenir las muertes por accidente.
Todavía mueren cada día unos 2000 niños al año por causa de accidentes en todo el mundo. Y aunque la mayor parte de estos fallecimientos se producen en los países pobres también en los más desarrollados se producen accidentes con terribles consecuencias. Prevenir las muertes por accidente en los niños es el objetivo del folleto “Divértete sin riesgos”, publicado por la Organización Mundial de la Salud que os presento.
La Organización Mundial de la Salud y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicaron un Informe Mundial sobre Prevención de las Lesiones en los Niños que recogía las estadísticas sobre muertes por accidente en niños por primera vez.
El informe explica que las causas de fallecimiento por accidente no pueden prevenirse siempre, pero si podrían, con medidas de protección básicas, reducirse posiblemente a la mitad.
El folleto titulado “Divértete sin riesgos”que publicaron asimismo contiene recomendaciones básicas que pueden salvar muchas vidas.
Las causas de accidentes mortales más habituales sufridos por niños, son, en orden de frecuencia, accidentes de tráfico, ahogamiento, quemaduras por fuego, caídas e intoxicaciones.
En el folleto , de 28 páginas y que se puede descargar gratuitamente en el web de la OMS, se explica como podemos prevenir muchas de estas muertes por accidente.
Via | Organización Mundial de la Salud.miércoles, 10 de febrero de 2010
La Familia Bee. Juego en línea para trabajar en coeducación.
La Familia Beee, es una familia de simpáticas ovejas que viajan en un baúl a las guardería infantiles, para jugar con los niños y niñas a construir un mundo más igualitario. Para entrar en la web haz clic en el gráfico
El Baúl de la Familia Beee está compuesto por cuatro ovejas, y todos los materiales cotidianos en una casa (enseres de limpieza, herramientas, ropa, plantas…). Además, contiene un diario de la familia beee, posters y una guía para profesores.
La Familia Beee nació de la mano de “Estas en babia” para la Dirección General de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Madrid con el objetivo de comenzar a trabajar la coeducación en niños y niñas de Educación Infantil.