sábado, 16 de enero de 2010

Receta de plastilina casera

La plastilina o pasta de modelar es uno de los juguetes indispensables en la infancia pues mientras los niños se entretienen metiendo las manos en la masa están, sin saberlo, desarrollando la creatividad y sus destrezas manuales. Por eso, para que no falte en ninguna casa vamos a enseñaros cómo se puede hacer plastilina casera.

Qué necesitamos

Ingredientes:

plastilina

  • 2 tazas de harina
  • 2 tazas de agua
  • 1 taza de sal
  • 2 cucharadas de aceite de girasol (o cualquier otro aceite vegetal)
  • 1 cucharada de ácido tartárico (se consigue en tiendas especializadas de repostería o en farmacias. Si bien no es imprescindible ayudará a aumentar el volumen de la masa.
  • colorante alimentario líquido (de venta en tiendas en tiendas especializadas de repostería)

Preparación

Colocar todos los ingredientes en un cazo y calentar a fuego lento, removiendo la mezcla hasta lograr una pasta homogénea.

Quitarla del cazo y amasar sobre una tabla hasta que la masa sea consistente. Dividir la masa en trozos y aplicar unas gotas de colorante alimentario del color elegido para cada trozo. Volver a amasar cada trozo de manera independiente, hasta que el color se distribuya bien.

La plastilina ya está lista para que los niños juguen a hacer figuras. Podéis buscar en casa utensilios para cortar la plastilina como cuchillos de plástico sin filo, moldes improvisados como tapitas de botellas, juguetes, etc.. Los más pequeños jugarán a hacer churros y bolitas, lo cual estimula la motricidad fina, mientras que los más mayorictos intentarán crear figuras.

La masa se puede guardar durante varios días envuelta en film transparente en el frigorífico o bien en un tupper bien tapado para que no se reseque. También se puede moldear y meter en el horno y luego colorear. Además, aunque no es lo deseable tiene la ventaja de que si los niños se la comen no es tóxica.

Foto | Flickr – The Pink Princess
Vía | Ahorro Diario
En Bebés y más | Yummy Dough, la plastilina comestible, Ideas para modelar con plastilina

El día después de Reyes

Un día después de que los Reyes Magos hayan dejado en las casas los regalos que los niños han pedido, y los que no han pedido también, es momento de hacer una reflexión sobre los juguetes que han traído.

La mayoría de las veces, los regalos que los niños han recibido son los que han pedido en la carta. Lo hacemos para contentarlos y porque el truco de la carta es para saber qué es lo que les hace más ilusión tener.

O bien los niños hacen una lista de cosas de la cual los padres seleccionamos qué regalar, o bien los niños piden un sólo regalo, al cual generalmente agregamos alguno más porque nos ha parecido demasiado modesto. Seguramente en muchas casas habrá habido una avalancha de regalos innecesaria por no haber sabido planificar.

La cuestión es que ha quedado atrás la algarabía del primer momento y nos encontramos con la casa llena de regalos, entre los de Navidad y Reyes. Algunos acertados, pero otros inútiles y otros poco adecuados para su etapa de desarrollo.

Tal vez al comprarlos no nos hacemos una idea, pero al ver a nuestros hijos jugar con ellos enseguida podemos darnos cuenta si los regalos que hemos comprado han sido un éxito o no.

Probablemente el regalo que tanto pedía lo haya desilusionado pues en la tele hace un montón de cosas que en casa no, o por el contrario al regalo que menos fe le teníamos y hemos comprado “por rellenar” ha sido el más popular.

Un problema a resolver en casi todas las casas por estos días es “dónde guardaremos los regalos”, una cuestión que no solemos tener en cuenta a la hora de dejarnos llevar por el consumismo navideño. Una buen medida es por cada juguete nuevo donar uno viejo y así evitamos acumular juguetes que ya no usan.

Sea como sea, espero que en vuestras casas los regalos hayan sido todo un éxito y que los niños estén disfrutando a pleno de los juguetes que han recibido. Si no ha sido así, habrá algunas cosas que deberemos tener más en consideración el año próximo.

¿Qué tal los regalos por vuestras casas?


En Bebés y más | Es hora de hablar sobre los regalos de Navidad,[Especial Navidad] Demasiados juguetes restan ilusión,Papá Noel necesita que los niños pidan menos regalos

miércoles, 13 de enero de 2010

Cómo ayudar a un mal estudiante

Estudiar es de las tareas que más esfuerzo cuestan a la gente, especialmente a determinadas edades. Habrá que intentar ponerse en la situación personal de cada estudiante para hacer frente al problema y encontrar las soluciones más adecuadas en cada caso. La perseverancia y el intentar hacer del estudio una actividad agradable serán los pilares básicos para ayudar a un mal estudiante.

  • 1 Autoevaluación. Hay que realizar un estudio previo sobre cómo está estudiando la persona y las posibles causas de su fracaso académico.
  • 2 Análisis situacional. Es importante dedicar tiempo a analizar la situación y a hacerle ver al estudiante para qué sirve estudiar y las ventajas de hacerlo correctamente.
  • 3 Disfruta estudiando. Demuéstrale que siguiendo unas pautas a la hora de estudiar es fundamental para economizar tiempo e invertirlo en actividades placenteras para él. Y que incluso puede disfrutar estudiando ya que aprenderá muchas cosas que antes no sabía.
  • 4 Plan de mejora. Estructura un programa de estudio y ocio, establece una preparación ambiental adecuada y prepara al estudiante para que adquiera habilidades, técnicas y hábitos de estudio para lograr mejores resultados.
  • 5 Refuerza capacidades. Es necesario que el estudiante cuente con un nivel alto de autoestima, con una fuerte autoconfianza y que aprenda a concentrarse al máximo en sus tareas.
  • 6 Establecer pautas de trabajo. El estudiante debe aprender a tomar apuntes y a organizar el material didáctico. También tiene que ser capaz de buscar y seleccionar información; debe realizar una primera y rápida pre-lectura, luego una lectura general, posteriormente un análisis donde subraye las ideas principales y terminar sintetizando con esquemas o resúmenes.
  • 7 Memorizar. Una vez que se comprende toda la información con la que se está trabajando, es necesario hacer un ejercicio de memorizar. Los esquemas o resúmenes realizados pueden desarrollarse verbalmente y repetirlos hasta memorizarlos.
  • 8 Afrontar los exámenes. Todos los esfuerzos se medirán en la temida prueba del examen. Es muy importante orientar al estudiante para que se presente al examen en un estado mental y físico convenientes.
  • 9 La motivación está en el estudio, no en los resultados.

    Este debe ser el lema en todo momento. Por ello, y siempre que el estudiante esté demostrando un esfuerzo, habrá que valorar sus éxitos e ignorar sus fracasos.