En este otro vídeo de dibujos animados también se trata el tema de la seguridad en la red y la trasmisión de datos.
De Educación tecnológica
Una de las variables que manejamos en la orientación profesional es si los estudios que nos gustan “tienen salida”, es decir, si existen ofertas en el mercado de trabajo o, por el contrario, son estudios con pocas ofertas de empleo.
El futuro no se puede adivinar
Posiblemente, cuando os incorporéis al mercado laboral todavía no se haya inventado la profesión en la que vais a trabajar, algo que ocurre ya en la actualidad. Hace diez años nadie podía imaginar los empleos relacionados con Internet: publicidad, administración de redes sociales, etc. Así que, está bien saber si la profesión que te gusta tiene muchas salidas pero no dejes de tener en cuenta estos aspectos:
Para conocer cuál es la situación del mercado laboral, es decir, las ofertas y demandas de empleo de diferentes profesiones, podemos usar la página Mercadodetrabajo.es. Veamos un ejemplo haciendo clic en la imagen.
Veamos un ejemplo.
Quiero conocer las salidas de las profesiones relacionadas con Restauración en Madrid, es decir cocineros, camareros… hago clic en Madrid y pincho en “Trabajadores de los servicios de restauración…”
Después haz clic en VER SELECCIONADAS y te saldrán el listado de ocupaciones seleccionadas. Haz clic en la profesión elegida, en este caso, elegimos camareros y jefes de camareros, por poner un ejemplo.
Finalmente, hacemos clic en PASAR A ANÁLISIS DE LAS OCUPACIONES SELECCIONADAS y puedes ver el gráfico con CONTRATOS, PARO en la zona elegida, en las zonas limítrofes y a nivel nacional. En nuestro ejemplo, los datos de camarero en Madrid son:
Si quieres saber las OCUPACIONES CON MÁS SALIDAS, haz clic en el botón que esté encima de los gráficos y te saldrán. Sólo tienes que hacer clic en cada una de ellas para saber toda la información.
A partir de los dos años, muchos niños desarrollan la capacidad de ponerse en la piel de otros en sus juegos e imaginar que son ellos. Exactamente aún no son capaces de imaginar cómo se sentirían los demás, pero sí imaginan que son, jugando, otras personas, personajes o animales.
Muchos niños empezarán a decir: “Yo, Mickey” o “Yo, papá” o “Yo, Juan”, porque les gusta Mickey, echa de menos a papá o se acuerdan de su amigo Juan, y quieren pensar que viven sus aventuras o que los tienen cerca. Los padres participamos de este juego hablándoles como si fueran esas otras personas, e inventando aventuras.
La imaginación es increíble a esas edades, y podemos explorar una selva, trabajar como lo haría papá o jugar en la nieve con Juan. Podemos acompañarles en estos juegos inventando cualquier aventura, entrar en su mundo y convertirles en quienes quieran imaginar.
Normalmente hay un objeto que les hace “ponerse en la piel” del otro: si coge los zapatos de papá, una prenda de mamá, el muñeco de Mickey, la mochila de Dora la Exploradora…
Mi hija mayor últimamente es todos esos personajes y cómo no, también se “convierte” en bebé, no sólo en su hermana pequeña, sino en otros bebés de sus personajes favoritos como Rosi, la hermana de Caillou (también se convierte en Caillou a menudo), o a “darnos sustos” convirtiéndose en el fantasma de la cocina que se esconde tras la trona.
A veces, incluso nos asigna a los demás otro papel: “Tú Minie”, “Tú yaya”... Lo que aún le cuesta entender y no le gusta es que yo me ponga en su lugar y la imite a ella o a un bebé. Creo que ya tiene bastante con su hermanita bebé en casa.
Otra variedad de imitaciones son los animales: conforme aumentan en su capacidad de vocalización y movimientos son capaces de imitar animales cada vez con más acierto. Claro, hay que llevar cuidado porque cualquier objeto se convierte en un hueso que lleva el perrito en la boca…
Por supuesto, los juguetes “físicos” siguen estando entre sus entretenimientos favoritos, pero cualquier objeto que no suponga peligro para ellos se puede convertir en un juguete, y lo hacen con mucho éxito. De ahí que haya que llevar cuidado en no dejar objetos peligrosos a su alcance, pues al ansia de explorar y descubrir se une esa magia de convertirlo todo en un juego gracias a la imaginación.
Incluso, a partir de los dos años muchos niños empiezan a ser capaces de imaginar que comen de un plato imaginario, que acunan a un bebé imaginario, que entran a una casita imaginaria… ¡Imaginad qué ahorro de espacio! Todo lo necesario para jugar y divertirse está en su imaginación.
Al tiempo que aprenden a imitar a otras personas, también son capaces de fingir estados anímicos o físicos en el sentido de juego: ahora estoy triste, ahora estoy cansada, ahora estoy enfadada, ahora me asusto, ahora tengo dolor y quiero que el doctor me dé jarabe con un tenedor…
Es en esta edad en la que el niño comienza a divertirse en compañía de otros niños, aunque se limitan a observar o imitar el juego de los demás y difícilmente lo harán colaborativo con niños de la misma edad, lo cual suele llegar a partir de los tres años.
A partir de los 3 años, el niño empieza a relacionarse con amiguitos, desea compartir sus juegos con ellos y se reparten los papeles.
Mientras tanto, somos sus padres los que “entendemos” esta bonita manera de jugar siendo otros y podemos disfrutarlo juntos y animarles a que se conviertan en quienes quieran ser. Lo importante es que, mientras juegan, aprenden y se divierten, y nosotros con ellos.
Eso suele ocurrir cuando se dan alguna de las siguientes circunstancias:
- El niño o la niña comprueba que sus padres le prestan una especial atención cuando se porta mal, mientras que cuando se comporta adecuadamente no recibe atención o la que recibe es mínima.
- Prestar atención significa que dejan todo para acudir a lo que acaba de hacer, que es un momento especial para dirigirse a él, aunque sea para regañarle; comprueba que sus padres hablan sobre él, se ocupan especialmente, hablan con otros familiares sobre el tema, con los profesores o incluso lo llevan a un especialista. El niño comprueba que hay una desproporción entre la forma de actuar de sus padres cuando se porta mal (se movilizan y es el centro de atención) que cuando se porta bien.
- También suele ocurrir que el niño solo es atendido si realiza un comportamiento negativo. Por ejemplo, es el caso de un niño que ya está cansado mientras sus padres están entusiasmados en un centro comercial. El niño ha dicho en varias ocasiones que se quiere ir a casa, que está cansado y su razonable petición no es atendida. Finalmente, solo lo tienen en cuenta si explota en una rabieta o protesta desproporcionada.
- En otros casos los niños consiguen con su mal comportamiento lo que quiere. De esta forma, le sirve para salirse con la suya y una y otra vez el mal comportamiento obtiene recompensa, de manera que al niño o la niña le sale rentable.
- Una situación especial de este comportamiento está relacionada con los celos y la rivalidad entre los hermanos. Las conductas inadecuadas aparecen cuando los padres están centrados en uno de los hermanos (normalmente el más pequeño) y portándose mal consigue desviar la atención de sus padres y volver a ser el centro, aunque sea para ganarse una regañina.
- Por último, descubren que con su comportamiento pueden manejar y chantajear a sus padres. De esta forma ellos mismos manipulan a su familia con expresiones como “si me porto bien entonces…” “si no haces esto entonces me portaré mal”.
Por tanto, que el comportamiento inadecuado de un niño aparezca para llamar la atención de sus padres es una explicación frecuente y razonable, aunque no siempre es la única. En muchos se puede tratar de una falta de límites, de normas incoherentes y en casos extremos de un problema de conducta del niño o de la niña.
En las próximas semanas facilitaré unas orientaciones para afrontar este tipo de circunstancias con más o menos éxito.
Jesús Jarque García.