Hace unas semanas escuché en la radio que en Holanda el 68 % de los escolares (2 de cada 3) tomaba medicación para el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Desde mi opinión me parece exagerado y seguramente hemos llegado al polo opuesto de un sobre-diagnóstico de este trastorno infantil. En todo caso, muchos padres pueden preguntarse si el comportamiento que su hijo presenta es un TDAH o está dentro de lo que puede considerarse habitual.
Desde aquí, no podemos hacer un diagnóstico, pero sí podemos darles unas pistas para sospechar o no de la presencia del trastorno. Les vamos a presentar algunos de los indicadores adaptados del Manual de Diagnóstico de la Asociación Americana De Psiquiatría (DSM IV-TR)
Algunos signos de sospecha de que el niño puede presentar déficit de atención (con o sin hiperactividad) son:
- Comete errores en tareas escolares o en otras actividades por no prestar atención suficiente a los detalles por descuido.
- Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades de juego.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- Le disgusta o procura escabullirse de tareas que requieren prestar atención mucho tiempo, como trabajos escolares.
- Pierde objetos necesarios para tareas o actividades: juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros, etc.
- Se distrae fácilmente con cualquier cosa.
También son signos de sospecha la presencia de conductas impulsivas como las siguientes:
- Contesta antes de que se termine la pregunta.
- Tiene dificultades para guardar su turno.
- Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de los otros: se entromete en actividades o juegos.
Por último, los signos de sospecha de que puede además presentar hiperactividad son:
- Mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento.
- Abandona su asiento en situaciones en que se espera que permanezca sentado.
- Corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo.
- Tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades que le gustan.
- Suele actuar como si tuviera un motor.
- Habla en exceso, como si no pudiera callar.
Otros indicadores complementarios de la sospecha son:
- Debe haber un número suficiente de indicadores.
- Los síntomas deben durar al menos 6 meses y estar presentes antes de los 7 años.
- Tienen que aparecer en varios contextos, por ejemplo en el colegio y en el hogar. No es válido que se comporte así solo en casa.
- Debe haber evidencias de que estos síntomas deterioran la actividad escolar o laboral.
Si después de leer esta entrada sospecha que su hijo puede presentar TDAH, lo mejor es acudir a un especialista para que haga una valoración y establezca un diagnóstico.
Jesús Jarque García.
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