lunes, 21 de marzo de 2011

Dª Ana Sánchez Lucas. Exposición Femenino Plural, que podrá visitarse en el teatro Auditorio Ciudad de Vícar hasta el 31 de marzo

Vícar celebra el Día de la Mujer con la muestra 'Femenino Plural'
Escrito por Alberto F. Cerdera Martes, 08 de Marzo de 2011 15:25


El Centro Municipal de Información a la Mujer de Vícar celebra el 8 de Marzo con la exposición 'Femenino Plural', una selección de obras pictóricas de jóvenes mujeres artistas que han nacido o viven en la provincia de Almería. Esta muestra se podrá visitar hasta el 31 de marzo, en el Auditorio de Vícar.

Nueve pintoras a titulo individual, y un colectivo, la Asociación de Mujeres Artistas Amusas, muestran sus obras en esta exposición que el Ayuntamiento de Vícar ha organizado con motivo de los actos conmemorativos del Día Internacional de la Mujer.

La exposición, con obras de distintas temáticas y estilos, podrá ser visitada de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas, así como fuera de este horario cuando coincida con la celebración de alguna otra actividad en el espacio escénico o previa cita, llamando al 950 55 30 69 begin_of_the_skype_highlighting 950 55 30 69 end_of_the_skype_highlighting.

Paula Kowarik Molina, María José Mazuecos Nievas, Isabel María Monteoliva, Mariquina Ramos, Aurora Rumí, Sonia Salmerón, Ana Sánchez Lucas, Silvia Valverde y Hanna Whiteman, prestan sus obras, junto con Amusas, a esta exposición conjunta.

domingo, 20 de marzo de 2011

Alimentos que ayudan a los niños a dormir mejor

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La alimentación influye en todos los aspectos de la vida, y también en el sueño. Hay alimentos que perturban el sueño y otros alimentos que ayudan a los niños a dormir mejor por las noches.

Además de crear una rutina que contribuya a que el niño se relaje antes de irse a la cama, como puede ser un baño, unos masajes, unos mimos y un cuento, la alimentación también es importante para lograr un buen descanso. Los trastornos de sueño en los pequeños pueden tener diversas causas, entre ellas la alimentación. No es habitual pensarlo, pero tanto los alimentos como la forma en que se los ofrecemos pueden tener mucho que ver.

Por empezar, debemos saber que no es recomendable comer en exceso antes de dormir. Se suele creer que al dormir con el estómago lleno los niños duermen mejor, pero no es así. Comer demasiado por las noches provoca pesadez de estómago e interfiere en las fases de sueño.

Por el contrario, irse a dormir con el estómago vacío hará que se despierte por la noche con hambre. Lo ideal es una cena ligera y dejar pasar un rato para que haga la digestión antes de acostarlo a dormir.

Alimentos que deberíamos evitar en la cena

  • Evitar alimentos ricos en proteínas como la carne y el pescado pues activan la dopamina y dificultan el sueño.
  • Evitar las grasas. Son pesadas y dificultan la digestión.
  • Evitar los refrescos y los alimentos ricos en cafeína, como el chocolate, pues son estimulantes para el organismo.
  • Evitar los alimentos dulces pues elevan el nivel de glucosa en sangre, provocando que al bajar pueda despertarse por la noche.
  • Evitar las verduras crudas y los zumos cítricos; producen hinchazón.
  • Evitar los platos especiados.
  • Evitar que beba demasiado líquido. Si ya no usa pañales de noche, hará que se despierte más veces para ir al baño.

Alimentos adecuados para la cena

Hay alimentos ricos en ciertas sustancias precursoras de neurotransmisores que facilitan conciliar el sueño como por ejemplo:

  • La patata: ayuda a reducir el nivel de azúcar en sangre y previene la acción de los ácidos que bloquean la función del triptófano, un aminoácido esencial necesario para la formación de melatonina y serotonina, neurotransmisores que participan en el ciclo del sueño.
  • El pavo: por su bajo contenido en grasa y porque contiene triptófano es un buen alimento para promover el descanso y el sueño.
  • Frutas y verduras, especialmente la cebolla, el tomate, las cerezas y el plátano, rico en triptófano y en magnesio, relajante muscular.
  • El arroz, la pasta, la calabaza y la avena. Los carbohidratos complejos, así como la soja, la avena son beneficiosos contra los problemas de sueño.
  • Los lácteos. Tal como dicen las abuelas, un vaso de leche calentita es eficaz para inducir al sueño por su alto contenido en triptofano, sustancia que favorece el sueño.
  • Alimentos integrales y frutos secos. Contienen vitaminas B1 y la B6 así como en magnesio, importantes para el funcionamiento del sistema nervioso.

Foto | Audrey Elizabeth en Flickr
En Vitónica | Qué comer para dormir mejor
En Bebés y más | Qué hacer y qué no hacer para que los bebés duerman mejor (II), Los cereales antes de dormir no hacen que duerman más ni mejor

Más tiempo de juego con los hijos

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Porque es incalculable el beneficio que tiene para los pequeños, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes recomienda más tiempo de juego con los hijos.

Precisamente, hace pocos días comentábamos que jugar con los hijos es clave para su desarrollo, pero lamentablemente las prisas del día a día hacen que a menudo olvidemos algo tan básico y sencillo como jugar con nuestros hijos.

Al menos 10 o 15 minutos dedicados diariamente al juego familiar son suficientes para conseguir los beneficios que proporciona en los niños. Jugar con ellos les hace más felices, imaginativos, tolerantes y tienen más éxito en la escuela.

Además, es una base fundamental para el desarrollo de su personalidad. Acompañarles en el juego les aporta seguridad, fomenta su autoestima, promueve las relaciones interfamiliares y refuerza el vínculo emociona con los hijos creando un puente de entendimiento mutuo.

Si aún están interesados en conocer más bondades del juego con los hijos, han de saber que permite más autocontrol emocional, fomenta la creatividad y el éxito escolar, promueve la popularidad y la competencia social, favorece la atención, y promueve la felicidad. Ni más ni menos.

Además, lo padres también descubren que es una forma ideal de desconectar de la rutina. Ponernos a su altura de niños y divertirnos con ellos, ya sea con juguetes o sin ellos, es una terapia familiar estupenda.

Así que, desde aquí animamos a todos los padres a pasar más tiempo de juego con los hijos.

Vía | Europa Press
Foto | makelessnoise en Flickr
Más información | Asociación Española de Fabricantes de Juguetes
En Bebés y más | Jugar con los hijos es clave para su desarrollo, No lo olvides: juega con tu hijo al menos media hora al día

domingo, 6 de marzo de 2011

Cómo enseñar a leer

La pasión al aprender (I)

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La pasión por aprender es algo que, naturalmente, los niños tienen. Los bebés quieren aprenderlo todo. Nos miran y nos escuchan, ávidos. Experimentan los sabores, texturas y olores. Se tocan y nos tocan, intentan avanzar, se caen, se levantan y lo vuelven a intentar. Pero, a veces, esa pasión natural se pierde y nos encontramos con que niños más mayores han perdido la pasión al aprender.

El aprendizaje es uno de los impulsos más naturales del humano, aunque todos los animales necesitan y se esfuerzan por aprender lo necesario para su supervivencia, el ser humano tiene una extraordinaria curiosidad innata que le hace preguntarse por su propia existencia y por las razones y formas en las que sucede todo lo que les rodea.

Preguntar, tocar, descubrir por uno mismo, errar y volver a plantearse las preguntas prácticas y teóricas es parte de nuestra esencia. En realidad, los niños quieren saberlo todo. La función de los padres y los educadores, más que de profesores o maestros, deberíamos entenderla como la de facilitadores que proponen y estimulan, responden cuando son preguntados y ayudan al niño a descubrir cosas nuevas o dominar técnicas que les atraigan.

Cuando el aprendizaje se convierte en algo excesivamente guiado, encasillado, cuadriculado y solamente valorado por resultados, el placer se agosta, la automotivación se encuadra en lo marcado externamente, y la pasión al aprender puede morir. Vamos a salvar la pasión por aprender.

Los padres como educadores

Primero abordaré lo que los padres podemos hacer para mantener esa curiosidad viva y ese placer creciente. Estimular, responder a las preguntas, saber no interferir en los logros y valorar no lo conseguido, sino el proceso, dejando que sea, sobre todo, el niño el que valore su disfrute en el aprendizaje, serían pautas generales que luego debemos saber aplicar a lo cotidiano y concreto.

Los padres somos los primeros educadores. Nuestros hijos son esponjas que van impregnándose lo que decimos y, ante todo, lo que hacemos, Esto, que vale como premisa sobre el comportamiento, también lo será sobre la adquisición de conocimientos. Mostrarnos curiosos, leyendo, deseosos siempre de aprender cosas nuevas e interesados por las preguntas de nuestros hijos, estimulará su aprecio a la cultura, la ciencia y la sabiduría. Hay que demostrarles que el saber no ocupa lugar y que nunca se sabe demasiado. Ser padres es una labor de crecimiento personal.

El niño que explora

El niño pequeño va a necesitar un entorno seguro en el que explorarlo todo libremente. No quiere eso decir que no debamos intervenir nunca, hay momentos y situaciones peligrosas en las que debemos hacerlo y además, estar siempre alertas para hacerlo. Pero nuestras intervenciones serán mucho menores si el entorno y el espacio son seguros para el niño.

Por eso, nuestras casas tienen que cambiar cuando llega el niño a ellas y ser muy conscientes, nosotros, de los posibles peligros, para, en vez de estar permanentemente dicendo que eso no se toca, haber apartado los riesgos. Las ventanas, escaleras, puertas, picos y muebles deben estar protegidos para que el niño no pueda dañarse y también sería conveniente esconder los objetos y productos dañinos. Nuestro hijo necesita aprender, pero aprender seguro, en un entorno con límites más físicos que verbales.

Además, claro está, el niño pequeño, en pleno proceso de avance psicomotriz, necesita espacios abiertos. Y aunque nuestras ciudades les sean hostiles, procurar que las autoridades se cuiden de ofrecer espacios al aire libre pensados para los pequeños.

Hay cosas que no se pueden hacer, pero el niño necesita poder hacer muchas cosas, y mucho de lo que va a poder hacer libremente depende de que los entornos estén adaptados a sus necesidades de exploración física, pues interiorizar los movimientos y límites del propio cuerpo es indispensable para construir una mente capaz de crecer soberana y libre.

El error, caerse y mancharse, son las más importantes experiencias que el niño pequeño precisa, naturalmente, sentir. Cuando menos tengamos que decir “no”, mejor estaremos contribuyendo a que el niño aprenda por si mismo.

El niño que pregunta

Luego llega la época del niño que todo lo pregunta. Algunas machaconas, algunas absurdas y algunas incómodas. Las preguntas de los niños son su manera de aprender y de comunicar sus inquietudes. En realidad, no hay pregunta a la que los padres no debamos responder. La vida, la concepción, el nacimiento, la muerte, los sentimientos, la forma de animales y plantas, las medidas, los cambios en la climatología, el Sol, la Luna, las estrellas, el viento, el mar, el agua del grifo, el agua que se calienta en la olla, las cosas que caen y las que vuelan, todo eso y mucho más va a fascinarles y a intrigarles.

Si tenemos la suerte de estar ahí cuando todas esas preguntas nazcan, nuestra obligación moral es alimentar a ese pequeño presocrático que quiere saberlo todo sobre la Naturaleza. Además, es un privilegio y un placer que merece que dejemos todo para estar atentos y conscientes, disfrutando de la paternidad. Debemos estar preparados para la edad de las preguntas.

Aprendiendo por ensayo y error

También, y mucho, es indispensable que cambiemos nuestra mentalidad sobre la naturaleza del aprendizaje. Hemos sido, posiblemente, enseñados desde un proceso que marchaba de fuera hacia dentro, una forma de enseñanza que prima al adulto como conductor que lo sabe todo y muestra como se deben hacer las cosas. Hay que desaprender para poder enseñar. Dejar abiertas las posibilidades, dejar que el niño encuentre su camino.

Para poder comer correctamente con cubiertos y saborear la comida hay que embadurnarse antes, tocar, tirarla al suelo, escupir y decidir. Para subir una escalera hay que dejar al niño ir intentando, en este caso presentes para salvarlo de peligros, como va a ir mejor el poner antes una mano o un pie. Dejando hacer, amando la mancha, sin querer controlarlo todo y sin decir si algo está bien o mal desde el primer intento. Solo hay que dejarles intentarlo varias veces, controlando nuestro deseo de control. No nos resultará sencillo, pues tenemos interiorizada la intervención continua, pero os aseguro que es mucho más placentero y efectivo para ellos y para nosotros mismos.

Un ejemplo práctico y una lección de mi “maestro”

Os voy a contar algo que me ha pasado hace poco con mi hijo, que, aunque ya tiene 10 años, es muy significativo y explica como funciona el aprendizaje por ensayo y error. El lo sabe, lo ha interiorizado y se encarga de recordármelo cuando me equivoco.

Estábamos, hace poco, trabajando en el ordenador, con un programa de maquetación que todavía no controla a la perfección. Se encontró con que quería hacer algo pero no lograba conseguirlo a la primera. Yo, impaciente, me puse a explicárselo y tomé el ratón. Amable pero firme me dijo “ si me dejas hacerlo yo, aunque me equivoque varias veces hasta lograrlo, lo aprenderé para siempre porque mis neuronas habrán hecho todo el recorrido del descubrimiento y el aprendizaje será vivencial y se quedará grabado. Si me dices como se hace y guias mi mano, solo seré un espectador, y, aunque lo haga a la primera, no lo habré aprendido por mi mismo, no será significativo y se me puede olvidar”.

La pasión por aprender

Quizá, como educadores, lo más importante que debemos saber es la manera de actuar para que los niños puedan conservar toda su vida el placer por aprender y la pasión al aprender. En el próximo tema abordaré esta cuestión desde el punto de vista de la enseñanza formal y dedicado especialmente a la escuela, el respeto por los intereses del niños y su vocación.

En Bebés y más | La importancia del juego libre, El aprendizaje voluntario según Asimov, La edad de los por qué, “Educación integral” : una reflexión sobre la educación

Con libros en casa, los hijos tienen mayor nivel educativo

libros

Que el nivel educativo de los padres influirá en el futuro nivel de los hijos parece claro, no tanto por herencia sino por la influencia del entorno en que esos niños van a crecer. Sin embargo, el simple hecho de tener libros en casa puede determinar que los hijos tengan más estudios que otros que no los tienen.

¿Significa esto que el estatus socioeconómico de los padres o su lugar de origen no tenga importancia? Claro que no, pero un experimento puso de manifiesto que también tiene importancia la cantidad de libros que se tiene en casa a disposición de los niños.

El estudio, titulado “Family scholarly culture and educational success: Books and schooling in 27 nations,” (“Cultura académica familiar y éxito escolar: los libros y la educación en 27 países”) duró 20 años y sus resultados fueron publicados en la revista “Research in Social Stratification and Mobility”.

Participaron expertos de distintas Universidades (Nevada, California y la Universidad Nacional Australiana) y se convierte es uno de los más grandes y exhaustivos estudios que jamás se hayan hecho sobre los factores que influyen en el nivel educativo que un niño obtendrá.

La investigación mostró que la diferencia entre ser criado en una casa sin libros y ser criado en una casa con una biblioteca de 500 libros tiene un efecto tan grande en el nivel de educación del niño como la diferencia entre tener padres sin apenas estudios o con estudios universitarios.

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La socióloga Mariah Evans, de la Universidad de Nevada, Reno (Estados Unidos) dirigió esta investigación para demostrar que los hijos de padres sin estudios se pueden beneficiar de la presencia de libros en el hogar, buscando maneras de ayudar a las comunidades rurales de Nevada, intentando mejorar su desarrollo y educación.

No hace falta llegar a los 500 libros, sino que según sus datos con tan solo 20 libros en el hogar se nota el efecto educacional en los hijos, aunque añado yo que será si dichos libros no se quedan en las estanterías como adornos sino que los padres los ponen a su alcance y se interesan ellos mismos por los libros, si les enseñan a disfrutarlos y muestran aprecio por la cultura y todo lo que los libros puede ofrecer…

Las cifras señalan que en algunos países, como China, tener 500 libros o más en las casas hace que los niños estudien una media de 6’6 años más. En Estados Unidos, el efecto es menor: 2’4 años. La media en los 27 países estudiados es de 3’2 años de estudios más que en las casas sin libros.

En las conclusiones se observa que el impacto que ejercía el hecho de tener libros en casa es superior al nivel educativo de los padres, el PIB del país, la profesión de los padres o el sistema político que tengan en su Estado, aunque me cuesta creer que en condiciones tan distintas los libros en casa tengan una influencia similar a la destacada, habría que ver detenidamente el tipo de familias estudiadas.

Como vemos, una nueva razón para dejar los libros al alcance de los niños, ya que con libros en casa, los hijos tienen un mayor nivel educativo, o al menos más probabilidades de que así sea y alcancen estudios superiores. Sin que esto suponga olvidar otros muchos factores que sin duda influyen en este hecho.

Vía | Ciencia traducida
Más información | Rodneytrice
Fotos | Eva Paris y shino 誌野 en Flickr-CC
En Bebés y más | “Leer” con tu bebé, Los bebés pueden leer, Anima a tu hijo a leer, 10 consejos para que los niños odien la lectura, El nivel educativo de la madre puede predisponer al fracaso escolar

Agáchate y vuélvete a agachar‏

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Hace escasos días que jubilé unos tejanos que compré el año pasado por tener la zona de las rodillas rota. Me sorprendió que duraran tan poco, aunque pronto encontré las razones: primera, que me gustaban y por eso los usaba a menudo, segunda, que la moda de llevar los pantalones algo desgastados hace que, efectivamente, lleves como nuevos pantalones que ya están desgastados y tercera, que no es difícil verme arrodillado cuando estoy con mis hijos.

Mientras recordaba estas tres razones llegué al inicio de este acto y me di cuenta de que una de las personas que me inculcó, en primera instancia, el agacharme para comunicarme y jugar con los bebés fue la Supernanny (aunque creo que lo haría igualmente).

Parece mentira, pero es cierto. En la TV3 (televisión autonómica de Catalunya) hace ya años que emiten traducido el programa de la Supernanny inglesa (Jo Frost) y lo vi en varias ocasiones incluso antes de tener hijos. Muchas de sus recomendaciones me gustan poco o nada, porque suponen un beneficio a corto plazo, pero un probable inconveniente a largo plazo, pero de entre ellas me quedé con una que me encantó: agáchate y vuélvete a agachar.

Mirando a los ojos para hablar

La mejor manera de llamar la atención de un interlocutor y de demostrarle a la vez que le estás escuchando es mirándole a los ojos. Además, es la más respetuosa, porque demuestras contacto y otorgas importancia a las palabras del otro (por eso hablar con alguien que no te mira o que lleva gafas de sol nos molesta, porque no vemos sus ojos y no vemos lo que nos expresa).

Con los niños la comunicación funciona exactamente igual. Todos los niños agradecen que te pongas a su nivel a la hora de hablarle y que lo hagas, sobretodo, a la hora de escucharle. Ellos entienden que les estás haciendo caso, que les das pie a expresarse y, lo que es más importante, que lo que tienen que decirte te importa.

De igual modo, como casi siempre hablamos de pie, lo que ellos perciben en el momento en que nos agachamos, les miramos a los ojos y les hablamos es que lo que les vamos a decir no es trivial, sino que queremos que lo escuche, ya sea porque es algo importante que deben saber, ya sea porque queremos expresarles un sentimiento (que le queremos mucho, por ejemplo, o que estamos enfadados por algo, quizás).

Agáchate para jugar con ellos

Muchos padres no pasan demasiado tiempo con sus hijos porque realmente no saben a qué jugar con ellos. Buscan otras tareas que les mantenga ocupados o atienden a sus hijos sólo cuando ellos les llaman (y a veces ni eso), sin encontrar ese punto de conexión en que padres e hijos disfrutan del tiempo juntos.

Ante estos casos la recomendación es simple: agáchate para jugar con ellos. Siéntate a su lado, conviértete en espectador y juega cuando tu hijo te haga participar. Los niños no necesitan un monitor de juego ni un guía que les enseñe a jugar, porque ellos ya saben jugar. De hecho tienen una creatividad muchas veces superior a la nuestra y cuando nosotros elegimos juegos les limitamos en cierto modo. Lo que ellos necesitan es que estés ahí y no precisamente cuando te llamen, sino también (y sobretodo) cuando estén jugando tranquilos en su habitación. Así les demuestras que quieres pasar tiempo con ellos, que te gusta compartir juegos, escucharles, hablar y en definitiva que ellos son personas importantes en nuestras vidas.

En definitiva, agáchate y vuélvete a agachar es una “técnica” (entrecomillo porque no es más que una manera de hacer las cosas) que nos acerca al mundo de los niños, a sus vidas y a su entorno, básicamente, porque nos ponemos a su altura visual y entramos de lleno dentro de su campo de juego.

Foto | Nezemnaya en Flickr
En Bebés y más | La forma de hablar a los hijos influye en su habilidad social, Cómo y cuánto hablar con nuestros hijos

jueves, 3 de marzo de 2011

Proceso de Escolarización

Durante todo el mes de marzo permanecerá abierto el plazo de presentación de solicitudes de admisión para el curso 2011/12.


En este proceso deberán participar todos los alumnos y alumnas que accedan por primera vez a un puesto escolar sostenido con fondos públicos y los que cambien de colegio o instituto por motivos de residencia o cualquier otra causa.

La solicitud se presentará preferentemente en el centro docente en el que el alumno o alumna pretenda ser admitido.

En estos enlaces tienes toda la información completa que la Consejería de Educación ofrece para participar en este proceso.

Tríptico Informativo. Preguntas Frecuentes. Normativa. Impresos.

Muy Importante, desde el 1 de abril las solicitudes tendrán la consideración de "fuera de plazo"
Los impresos para formalizar la solicitud se pueden recoger en la Secretaría del Centro o descargarlos.